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Solución

Energías Ying-Yang

Un concepto místico derivado del Taoísmo que es extremadamente relevante en el estudio del funcionamiento de la Consciencia humana es la idea del Tao, un equilibrio de energías polares inherentes a toda la Naturaleza. La tradición taoísta enseña que si somos capaces de encontrar el equilibrio entre estas fuerzas polares y armonizar estas dos polaridades opuestas dentro de nosotros mismos, la justicia y el orden resultarán dentro y alrededor de nosotros. Caer presos en un desequilibrio perpetuo de estas energías resultaría en la experiencia del sufrimiento y las condiciones caóticas. Esto tiene mucho sentido cuando comprendemos las propiedades de estas energías polares.

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Para hacer esto, comencemos analizando el simbolismo básico del símbolo Tao. Está compuesto por un círculo, dentro del cual hay dos remolinos entrelazados, uno lúcido y otro oscuro. Dentro de cada remolino hay un punto más pequeño que es el color opuesto al propio remolino. El círculo representa toda la Creación. Un círculo es interminable. No tiene principio ni fin. Es una forma perfecta, ya que no tiene esquinas, bordes ásperos, ángulo o irregularidades. Por lo tanto, representa a Dios, o la Creación misma, el Todo Lo Que Es.

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Los dos remolinos representan un cambio, del cual está compuesto por toda la Creación. Todo lo que existe está en un constante estado de cambio. Toda la materia pasa de una forma a otra en una danza interminable de la Creación.

La vida misma es cambio. La incapacidad para cambiar es el equivalente de la muerte y la no existencia. Por lo tanto, los dos remolinos dentro del círculo representan esta danza de materia en constante cambio que tiene lugar dentro de la Creación. Los dos puntos dentro de cada espiral representan la idea de que, independientemente de cuan profundamente nos adentremos en una polaridad u otra, la semilla de la energía opuesta siempre está dentro de cada polaridad.

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Examinemos ahora las expresiones de las energías polares que componen el Tao. El área de luz se llama Yang. Representa las siguientes cualidades generales: Luz, Solar, Día, Masculino, Activo, Analítico, Dominante, Agresivo, Cerebro izquierdo, Cuerpo derecho. El área oscura es Yin, que representa la expresión de las siguientes cualidades: oscuridad, lunar, nocturna, femenina, pasiva, intuitiva, sumisa, derecha-cerebral, Cuerpo izquierdo.

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La Consciencia de un ser humano está compuesta de todas estas energías, como lo es el Cosmos. Es por eso que se puede decir que fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios. Ninguno de estos conjuntos de energías opuestas debe verse como todo bueno o totalmente malo. Nuestra Consciencia contiene a todos. Una Consciencia equilibrada y plenamente funcional contendrá todas estas cualidades en proporciones equilibradas. Este equilibrio es la esencia de la clave de la salud física y mental, y la capacidad para pensar críticamente y tomar decisiones que darán como resultado la prosperidad para el individuo y la sociedad en general. Cuando estas energías se desequilibran y una comienza a dominar severamente a la otra, el sufrimiento y el caos son el resultado.

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Uno de los conjuntos de símbolos más antiguos de la antigüedad humana contiene muchos paralelismos con el concepto del Tao. Conocidos como la Espada (Filo) y el Cáliz, estos dos símbolos también representan las energías polares masculina y femenina competidoras. La espada fue representada como un triángulo que apunta hacia arriba. Esto sirvió como un símbolo fálico rudimentario, representando la energía solar, masculina, Yang. El Cáliz era un triángulo apuntando hacia abajo que representa el útero femenino, evocando las cualidades de la energía Yin lunar, femenina.

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Cuando estas energías se combinan en una proporción equilibrada, se utilizó un tercer símbolo para representar su armonización. Es la Espada y el Cáliz enclavijados en la forma de una estrella de seis puntas. Este símbolo más tarde se hizo conocido como el Sello de Salomón en tradiciones místicas judaicas, islámicas, cristianas y alquímicas. El sello representa la combinación y armonización de lo sagrado masculino, o las energías solares con las energías lunares femeninas sagradas (de ahí el término "Sol-o-mo(o)n" - Sol y Luna), para crear la "estrella ardiente" de la Consciencia despierta. Solo es posible que existamos en equilibrio con nuestro entorno natural (que está hecho de estas energías) cuando estas dos energías divinas están trabajando al unísono dentro de nosotros mismos.

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Este concepto de equilibrar las energías dentro de nuestra Consciencia, para que nos armonicemos con las proporciones divinas de estas energías que se encuentran en la Naturaleza, se llama Principio Hermético. Nombrado en honor al dios griego Hermes, el Mensajero de los Dioses, esta idea también ha sido expresada por el adagio "Como arriba, abajo, como dentro, así fuera". Esto transmite que lo que ocurre dentro de nuestra consciencia se refleja afuera a nuestro entorno perceptual. Si nuestra consciencia existe en equilibrio y armonía, nuestras condiciones externas reflejarán esta armonía y orden interno. La conciencia desequilibrada creará caos y desorden en nuestra realidad externa.

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Uno puede apreciar la simplicidad y la belleza a través de la cual nuestros antepasados representaron estos conceptos a través del simbolismo. Al emprender el estudio de este simbolismo en sí, comenzamos la tarea de unir estas polaridades opuestas dentro de nosotros mismos. Entender el verdadero significado de estos símbolos nos ayuda en esta tarea, una tarea que es una y la misma que nuestro camino de desarrollo espiritual y de Evolución de la Consciencia.

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